Análisis clínico del hígado los valores GOT y GPT

Para el caso particular del análisis clínico del hígado se usa como referencia los valores GOT y GPI, además de la noción de las transaminasas. Para que sea más claro, las transaminasas son unas enzimas que asumen el rol de cumplir con la función metabólica que se da en el interior de las células. Respecto a estas enzimas se anota que pueden ser ubicadas en el tejido de diversos órganos del cuerpo como el caso del hígado, corazón, riñones, músculos y demás. Dependiendo de la cantidad y de su concentración, las transaminasas son un reflejo de cuál es la actividad que presenta el hígado y el corazón.

Transaminasa GOT y GPT

Las dos transaminasas más importantes que se encuentran en el cuerpo son la Transaminasa Glutamicopirúvica (GPT) o Alanina Aminotransferasa (ALT) y finalmente la Transaminasa Glutámico-oxalacética (GOT) o Aspartato Aminotransferasa (AST). De acuerdo con los registros que se puedan identificar respecto a un aumento de estas enzimas en la sangre, se puede llegar a la conclusión que existe una lesión celular en el hígado. Lo mismo también aplica para el caso del corazón, riñones, entre otros músculos más del cuerpo.

  • Transaminasa GPT. Este es un tipo de enzima que se ubica de manera particular en el hígado y riñones. Además hay una cantidad pequeñas en los glóbulos rojos y músculos estriados.
  • Transaminasa GOT. Es la enzima que se sitúa específicamente en los músculos estriados, glóbulos rojos e hígado.

Valores normales de la enzima GPT y GOT

  • GPT. Para los hombres el rango es de 8 a 35 UI/L, mientras que para las mujeres es de 6 a 25 UI/L.
  • GOT. Los valores que se usan como una referencia normal son de 8 a 30 UI/L para el caso de los hombres y de 6 a 25 UI/L para las mujeres.

Análisis clínico de creatinina el indicador de la función renal

Para ir directo al punto respecto a un análisis clínico de creatinina, hay que mencionar que se trata de un procedimiento que involucra previamente la medición del nivel de creatinina en la sangre, para así identificar cuál es el funcionamiento de los riñones. No está de más mencionar que la creatinina también puede ser medida, en caso que así se prefiera, a través de un examen de orina.

El examen de creatinina como un indicador de la función renal

Para que exista total claridad para todas las personas interesadas en el tema, lo que se siente en este examen es básicamente lo que ocurre cuando se extrae sangre para cumplir con cualquier otro procedimiento médico. Es decir, un dolor moderado, un pinchazo o una sensación de picadura. En cuanto a las razones por las que se realiza el examen de creatinina, se resalta que es un subproducto químico, el cual es producido por el organismo y que es usado para proporcionar energía, más que nada a los músculos del cuerpo. Lo que se pretende con el examen es ver cuál es el funcionamiento de los riñones. Se hace énfasis en lo anterior, porque la creatinina se elimina por medio de estos órganos. En ese sentido, cuando la función renal es anormal, el nivel de creatinina va a aumentar, porque la eliminación de la creatinina se da a través de la orina y si los riñones no operan correctamente, es clave que se acumulará este subproducto químico en la zona.

Resultados normales para el análisis clínico de la creatinina

Los valores de referencia que se han estandarizado para la lectura de estos exámenes indican que un resultado normal va de 0.7 a 1.3 mg/dL para el caso de los hombres, mientras que para las mujeres el valor se mueve entre 0.6 y 1.1 mg/dL. Las mujeres presentan casi siempre valores más bajos que los hombres, principalmente porque su masa muscular es menor. Además, el valor de la creatinina varía en relación con la talla y la masa muscula de la persona, así que estas variables no pueden pasar por alto al examinar este indicador de la función renal. En cuanto a los resultados que son anormales, pueden estar vinculados con:

  • Para un nivel superior:
    • Obstrucción en la vía urinaria.
    • Pérdida de líquido corporal por deshidratación.
    • Problemas renales por insuficiencia o daño.
    • Problemas de tipo muscular.
    • Problemas durante el embarazo.
  • Para un nivel inferior:
    • Malnutrición.
    • Afecciones en los nervios o músculos.

Análisis Clínicos de colesterol total, HDL (colesterol bueno) y LDL (colesterol malo)

Análisis Clínicos de colesterol total, HDL (colesterol bueno) y LDL (colesterol malo) Los valores de los lípidos en la sangre son una de las herramientas de las que se valen los médicos para identificar cuál es la condición o estado de salud de una persona. Es en ese sentido que los análisis clínicos involucran al colesterol total, HDL y LDL. En ese orden de ideas, la interpretación de los resultados posibilita que la persona pueda tomar cartas en el asunto para prevenir o tratar enfermedades que estén relacionadas con la hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia, entre otras posibilidades.

Valores del colesterol bueno o HDL y del colesterol malo o LDL

Hay que tener en cuenta que la interpretación de estos valores debe ser realizada por un experto en el campo de la salud, ya que aunque existen ciertos valores estandarizados para el análisis clínico, será sólo el profesional quien estará en condiciones para llegar a una conclusión que sea plausible. A continuación los valores normales de referencia para el colesterol bueno y el colesterol malo:

  • Colesterol total. El máximo es de 200 mg/dl.
  • Colesterol LDL o malo. Hasta 130 mg/dl, aunque también hay que mencionar al respecto que existen ciertos países en los que el valor tendrá que ser menor a 100 mg/dl.
  • Colesterol HDL o bueno. Debe superar los 45 mg/dl para el caso de las mujeres y en el de los hombres los 35 mg/dl.
  • Triglicéridos. Hasta los 150 mg/dl.

Para terminar, no está de más recordar el significado del colesterol HDL y LDL para que no se presenten confusiones en torno a ellos:

  • Colesterol HDL. Se lo suele denominar como colesterol bueno. En pocas palabras es la unión del colesterol con una lipoproteína de alta densidad. Se encarga de transportar el colesterol desde los tejidos del hígado.
  • Colesterol LDL. Conocido popularmente como colesterol malo. Es una lipoproteína y lleva el colesterol del hígado a otros tejidos y órganos. Aunque es necesario, si está en exceso se depositará en las arterias formando ateromas.

Análisis de glucosa ¿Por qué es importante realizarlo y para qué?

El análisis de glucosa es una prueba que se lleva a cabo con el fin de determinar los niveles de azúcar en la sangre así que puede equivaler tanto a un estudio de rutina como a un medio para ir un poco más allá y detectar afecciones un poco complejas entre las que se cuentan la preocupante diabetes gestacional y la diabetes tipo 1 o 2. Teniendo en cuenta que el azúcar que está presente en la sangre es la principal fuente de energía de nuestro organismo, cuando sus niveles son muy bajos o muy altos es cuando ocurren esos denominados “desastres” que nos llevan a ser diagnosticados con algún tipo de enfermedad.  

Importancia de un análisis de glucosa

Hablamos entonces de un examen de laboratorio que a partir de una muestra de sangre arroja información pertinente para que el médico pueda determinar si hay de por medio algún tipo de inconveniente para el paciente con sus niveles de glucosa. Estos resultados permiten de ser el caso establecer cambios drásticos tanto en la alimentación como en el estilo de vida para que el paciente pueda prevenir efectos a futuro en su salud y no deba manejar síntomas tan molestos como la necesidad frecuente de orinar o la sed insaciable, asimismo si ya se toma insulina, sirve para determinar las dosis que se precisan.

Controlando los niveles de glucosa

Para no depender de medicamentos para toda la vida, todas las personas debemos hacer lo necesario para mantener estables los niveles de glucosa y para ello nada más propio que el ejercicio, la elección de los alimentos adecuados y un monitoreo a través de los análisis de glucosa. Para evitar dificultades asociadas tales como el deterioro de los riñones, lo más responsable es vigilar este aspecto de nuestra salud de forma rutinaria.

¿Cada cuánto es recomendable realizar análisis de sangre y orina?

Antes que nada, resulta fundamental anotar que las analíticas son un medio a través del cual se somete el cuerpo a una aproximación de carácter científico con el que se identifica el estado de salud. Es una estrategia apropiada para ir identificando que va mal en el organismo o por el contrario, lo que se encuentra en buen estado. Además de lo anterior, las pruebas de sangre son un recurso del que se puede valer un médico para llegar a ciertas conclusiones en torno a dolencias, enfermedades o diagnósticos en poco tiempo. Para el caso particular de un análisis de sangre, el hemograma es el nombre del examen. En este caso se opta por hacer un recuento de las células presentes en la sangre, para que a partir de esos resultados se plantee algún tipo de conclusión, según los niveles reportados en la analítica. Por otro lado, el análisis de orina consiste en la realización de varios métodos químicos con los que es posible analizar el color y la densidad de la orina, para identificar la presencia de bacterias o de proteínas, que por sus características pueden estar involucradas en alguna clase de anomalía para el cuerpo.

Tiempo recomendable para realizarse un análisis de sangre y orina

Es importante mencionar que los resultados normales en una analítica de este tipo no son suficiente como para estar totalmente seguros que el paciente está sano. De todas maneras son el método más rápido y sencillo por el que se puede optar en la actualidad. La recomendación es que un adulto sano lo haga una vez al año, para así contar con un registro claro de lo que está ocurriendo con su cuerpo. Esta estimación cambiará si se sufre de algún trastorno o enfermedad, pues seguramente la periodicidad se incrementará considerablemente de acuerdo con lo indicador por el médico.

Hemograma ¿Cómo descartar enfermedades con un análisis de todos los componentes de la sangre?

Para ser claros desde el inicio, un hemograma es un examen que se realiza con el objetivo de practicar un recuento sanguíneo. En ese orden de ideas es un análisis de sangre bastante común, con el que se consigue evaluar los tres tipos de células más relevantes presentes en la sangre: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

¿Por qué se hace un hemograma?

Un chequeo de rutina implica que la persona se haga un hemograma. Por otro lado, cuando las personas, particularmente los niños, se sienten más cansados de lo normal, este es un método por el que vale la pena optar para así descartar infecciones, enfermedades y similares.

  • Glóbulos rojos. Con ellos se mide la hemoglobina, siendo una fuente clave para determinar cómo se da el transporte de oxígeno en el cuerpo. Con sus niveles se puede detectar un cuadro de anemia o afecciones comunes.
  • Glóbulos blancos. Son varios los tipos que encajan como glóbulos blancos, pero se los considera como un grupo gracias al recuento de su cantidad relativa. Hay que recordar al respecto que los glóbulos blancos son fundamentales para proteger el organismo.
  • Plaquetas. Son los glóbulos blancos de menor tamaño. Son importantes para coagular y prevenir hemorragias. Si su recuento es bajo en una persona, el riesgo de una hemorragia se incrementa.

Procedimiento para un hemograma

Para quien le preocupe el dato, en un hemograma no se extrae una gran cantidad de sangre. En términos generales un profesional de la salud va a extraer algo de sangre desde una vena. Para ello la piel va a ser limpiada con un antiséptico, se ubica una banda elástica alrededor de la zona para presionar, se inserta la aguja y finalmente la sangre es extraída. Por supuesto se procede a retirar la banda elástica, se retira la aguja de la zona y el área es cubierta con algodón o un material apropiado para cubrir.

Descartar enfermedades con un hemograma

Posterior a los pasos descritos en los párrafos anteriores, una máquina se encargará de analizar la muestra. Normalmente se la denomina como analizador de hematología. Si se trata de un caso de emergencia, los resultados van a estar disponibles en pocos minutos. De todas maneras lo usual es que se cuente con ellos unas horas después o al día siguiente. Es posible identificar con este examen un cuadro de anemia, infecciones u otro tipo de problemas. La respuesta la dará el sanguíneo.

¿Qué pruebas son necesarias para detectar una anemia?

Para el diagnóstico de la anemia lo usual es que los médicos se fijen en los antecedentes de la persona y de su familia, además de las pruebas o procedimientos a los que se someta a la persona para facilitar la comprensión de lo que ocurre con ella. Vale la pena resaltar al respecto que debido a que la anemia no produce síntomas, resulta típico que el médico la detecte cuando en realidad estaba en búsqueda de otra enfermedad.

Antecedentes médicos y familiares

Algunos de los signos de la anemia van a poner en estado de alerta al médico para revisar la información ya citada. Es clave que la persona informe sobre sus hábitos, medicinas que toma, antecedentes y demás.

Examen médico

La anemia va a ser analizada desde varios métodos médicos, entre los que se incluye un examen médico de rutina en el que:

  • Se va a oír el corazón para identificar el ritmo de los latidos.
  • Oír los pulmones para reconocer cómo es la respiración.
  • Palpar el abdomen para ver cómo se encuentra el bazo y el hígado.

Hemograma completo

Esta es la primera prueba por la que se opta para detectar una anemia. Son varios tipos de exámenes para hacer un recuento de las células sanguíneas y así, a partir de los niveles que puedan ser identificados, llegar a la conclusión si se trata de anemia o no. De todos modos no hay que olvidar que existen otros procedimientos y pruebas que quizá el médico puede solicitar como:

  • Electroforesis de hemoglobina.
  • Recuento de reticulocitos.
  • Pruebas de concentración de hierra en la sangre y el cuerpo.

En conclusión, aunque el hemograma es el procedimiento usual, existe la posibilidad que se opte por otro tipo de exámenes más, bien sea para descartar, como para confirmar el diagnóstico.

Flujometría ¿Qué es y cuáles son sus beneficios?

La flujometría corresponde a una prueba bastante básica de carácter urológico con la que se puede obtener importante información respecto a dificultades asociadas a la micción. Este estudio como tal, permite la creación de una gráfica que posteriormente se compara con los parámetros establecidos para que el profesional de la salud pueda emitir una interpretación y establezca junto al paciente los pasos a seguir. Puesto que a veces se pasa por alto que esta prueba también es conocida como uruflujometría, muchas veces se confunde con la flujometría respiratoria por lo que se debe prestar especial atención a ello.  

¿Qué es la flujometría?

Se trata entonces de un examen que se recomienda para aquellos pacientes que presentan problemas para orinar y saber si estos inconvenientes clasifican dentro de lo normal o de lo que precisa un tratamiento, pues más que nada se encarga de identificar lo que equivale a disfunciones del sistema vesical. Su objetivo se encuentra en la medición de la cantidad de orina que emite una persona por ciertas unidades de tiempo, y es por esto que para llevar a cabo este test el paciente simplemente tiene acceso a un inodoro portable. Una vez obtenidos los datos flujométricos a partir del volumen miccional o de vaciado, del flujo miccional máximo, del flujo miccional medio y del tiempo de micción, estos se comparan con los valores dispuestos para niños, hombre adulto y mujer adulta. Si bien lo desconocido suele generar algo de ansiedad, se debe tener en cuenta que este estudio no representa ningún tipo de molestia o dolor, lo que si no deben olvidarse son las recomendaciones previas que normalmente recomiendan beber mucho líquido antes de la cita y el abstenerse de la toma de antibióticos entre otras cosas.

Beneficios de la flujometría

Con la realización de una flujometría se podrá reconocer el estado de las vías urinarias y se sabrá si hay de por medio alguna obstrucción, debilidad o pérdida de fuerza o capacidad por parte de la vejiga. Además de evidenciar la dinámica del flujo miccional en todas sus variantes, esta prueba suele ser un medio para el seguimiento de pacientes con incontinencia urinaria al igual que para aquellos que hayan pasado por procedimientos quirúrgicos de próstata y uretra. A partir de la interpretación médica se establecerá si se trata o no de valores anormales y se indicaran otras pruebas de acuerdo al caso para darle solución al problema de salud.

Ecografía prenatales ¿Cúando se debe hacer la primera ecografía prenatal?

La ecografía prenatal hace parte indispensable del conjunto de pruebas a las que la mujer embarazada debe someterse para analizar en cada control bajo la orientación del médico tratante, es por ello que suele ser un examen de alguna manera popular, que por lo mismo genera variadas inquietudes. Evidentemente al considerarse la prueba prenatal más importante, resulta fundamental profundizar en aspectos tales como el momento exacto para la primera ecografía prenatal, pues ciertamente toda madre espera ansiosa esa primera imagen de su pequeño en formación.  

La primera ecografía en el embarazo

Iniciemos entonces aclarando que esta técnica no invasiva es aquella que hace posible lograr obtener imágenes de las estructuras y órganos del bebé, esto a través de ondas de ultrasonido que arrojan la información necesaria para que el profesional establezca una evaluación sobre el desarrollo intrauterino. Generalmente la primera ecografía del embarazo es la que sirve de apoyo para confirmar este estado, así que suele estar bastante rodeada de sensaciones de nervios y ansiedad. A nivel médico, es la que indica si se trata o no de un embarazo múltiple, permite observar si el bebé realmente se encuentra en el útero, ayuda a descartar posibles complicaciones, a determinar la fecha del parto y vigila los latidos del corazón.

El mejor momento para la primera ecografía prenatal

Se ha determinado que entre las semanas 6 y 12 es el tiempo ideal para pensar en llevarla a cabo, ya que la idea es permitir un lapso de tiempo acorde para que se pueda evidenciar verdaderamente el estado del bebé al realizar la ecografía. De forma rutinaria se llevan a cabo un total de 3 ecografías a lo largo de la gestación, es decir una por cada trimestre, aunque por supuesto esto puede variar según el criterio médico y las condiciones específicas del embarazo.

Preoperatorio ¿Cómo preparar a un paciente para una operación?

Muchas veces no se le asigna mayor importancia al preoperatorio, sin embargo y teniendo en cuenta que estar bien informado es garantía de seguridad y confianza para enfrentar y superar un procedimiento médico, es imprescindible preparar al paciente para una operación desde la tranquilidad de saberse en buenas manos y la comprensión de lo que realmente debe esperar. Ciertamente es inevitable un poco de preocupación al estar a puertas de una cirugía, sin embargo para controlar mejor la situación, los pacientes pueden apoyarse en lo que veremos a continuación.  

Preparación básica para una cirugía

Una vez el paciente es informado de la necesidad de llevar a cabo una operación en su cuerpo, se debe pasar a despejar dudas relacionadas con el equipo quirúrgico que estará a cargo, los exámenes previos a los que deberá someterse, las gestiones administrativas y todos los posibles riesgos que podrían presentarse para poder obtener su consentimiento. Un buen cirujano deberá indagar sobre la existencia de alergias, medicamentos que se tomen en el momento y existencia de condiciones asociadas por ejemplo al azúcar alto o la hipertensión para saber cómo actuar en caso de complicaciones. Asimismo se deberá contar con la valoración del anestesiólogo para que de acuerdo a las condiciones de la persona determine la mejor opción y pueda explicarla.

Antes y después de la cirugía

Un buen preoperatorio determina que las cosas salgan bien tanto dentro de la sala de cirugía como fuera de ella. El personal encargado deberá alertar sobre el tipo de alimentación, lo que necesitará para una adecuada recuperación, los medicamentos y lo que le estará y no permitido una vez se encuentre de nuevo en casa. Tanto si se trata de una cirugía mayor como de una de menor relevancia, todas las partes deberán estar dispuestas a preguntar y a escuchar para lograr el éxito de la intervención.