Para ser precisos, cuando se habla de los rayos x, se hace referencia a un tipo de radiación electromagnética, igual a la de la luz visible. En este caso la diferencia principal, consiste en que se usa una máquina de rayos x, la cual va a enviar partículas para que atraviesen el cuerpo. Con lo anterior se consigue registrar imágenes en una película o ordenador.
Explicación del proceso de los rayos x en las clínicas médicas
Son tres los principales apartados a nombrar:
- Para el caso de las estructuras que son densas, como el caso de los huesos, una muy buena parte de las partículas de los rayos x son bloqueadas, motivo por el que aparecen de color blanco.
- Por otro lado, el metal y los medios de contraste, es decir: tintes especiales que se usan para resaltar algunas zonas del cuerpo, van a verse de un tono blanco.
- En cuanto a las que contienen aire se van a ver con un tono negro. Para el caso de la grasa, músculos y líquidos, se van a poder identificar sombras de color gris.
Modo a través del que se realiza el examen
Se debe practicar en una sala de radiología de una clínica médica u hospital. La persona tendrá que ubicarse dependiendo de la clase de radiografía. En algunos casos se van a necesitar de varias sesiones. La persona debe mantenerse quieta, ya que el movimiento va a ocasionar que la imagen se vea borrosa. Es posible que se solicite contener la respiración y no moverse por un lapso de dos segundos.
Tipos de rayos X utilizados en clínicas médicas
Son muchas las variantes, pero entre las opciones más comunes están:
- Radiografía de la pelvis.
- Radiografía abdominal.
- Radiografía de hueso.
- Enema opaco.
- Radiografía de tórax.
- Radiografía de los dientes.
- Radiografía de una extremidad.
- Radiografía de las articulaciones.
- Radiografía del cuello.
- Radiografía del cráneo.
- Radiografía del esqueleto.