Pese a que en ocasiones no se lo toma con la suficiente seriedad por parte de los pacientes, un análisis de orina es clave para identificar una cantidad considerable de enfermedades o prevenir afecciones que a la larga tienden a ser difíciles de tratar. Ahora bien, para que se comprenda el concepto de sedimento en un análisis de orina tan sólo es necesario indicar que son sedimentos sólidos que quedan en el fondo al estudiarse en el microscopio la muestra y que dependiendo del tipo, presencia y características, pueden ser útiles para llegar a ciertas conclusiones.

Posibles conclusiones sobre los sedimentos en los análisis de orina

• Proteínas. No son comunes en la orina, pero pueden ser:
  • Proteínas hialinas. Pueden ser normales si son moderadas. No indican enfermedad.
  • Microalbuminuria. Su presencia siempre será patológica. Puede ser un indicador de un daño en el riñón.
  • Proteinuria. Si el nivel supera los 300 mg/dL será una proteinuria franca. En este caso el daño renal se considera como severo.
• Glóbulos rojos. Es una demostración que algo no está bien porque se filtraron por el riñón.
  • Microhematuria. A simple vista la orina no se ve teñida por sangre, pero en el microscopio sí.
  • Macrohematuria. En este caso es evidente que la orina está teñida por sangre.
  • Hemorragia urinaria. El sangrado es tal que parece orina.
• Glóbulos blancos. En todos los casos es una condición patológica. Se vincula más que nada con problemas del sistema inmune.
• Eosinófilos. Su presencia es un síntoma de una infección o quizá de un cuadro alérgico que atraviesa el cuerpo.
• Bacterias. Es normal que estén en la orina, aunque de forma aislada. De todos modos habrá que analizar la situación.
• Cristales. En ciertos casos son un señalamiento de una alteración del riñón.
  • Ácido úrico. Es la causa más frecuente.
  • Cistina. Casi siempre el primer síntoma de alteraciones del metabolismo de aminoácidos.
  • Oxalato cálcico. El calcio es el principal responsable.