En la medicina actual se han desarrollado y se continúan desarrollando diferentes métodos para revelar y llegar a conocer nuestro organismo con mayor profundidad, no únicamente en general, sino además de cada uno de los individuos y en momentos más específicos. Uno de esos métodos para conocer nuestro organismo es el que posiblemente todos en el mundo nos hemos hecho aunque sea una vez. Funcionalidad de los exámenes de sangre Estos análisis nos ayudarán a confirmar o descartar cualquier enfermedad o problema de salud que pueda sospechar el médico, basándose previamente en los signos y los síntomas que presenta el paciente que va a la consulta. Además este tipo de análisis se usa para ver la evolución del paciente, en dado caso de que tenga alguna alteración o enfermedad y que al mismo tiempo está recibiendo tratamiento para controlarlo o curarlo. Otro uso más común de este método es el que forma parte de controles y chequeos periódicos que están principalmente orientados a la observación del estado de salud del paciente y al mismo tiempo ayudar a detectar las enfermedades. Qué se detecta La sangre es una materia líquida que tiene diferentes tipos de células, tales como los hematíes o los eritrocitos, los leucocitos y también las plaquetas. Estos son los elementos formes de la sangre, pero además se pueden ver las células, el plasma, y las sales minerales. Las determinaciones más comunes que se hacen con este examen son el hemograma, la coagulación, la bioquímica y la gasometría arterial. Es importante que el médico sea quien te pida hacerte un examen de sangre, además el especialista te ayudará a interpretar todos los valores que se presentarán en dicho examen, pues al igual que muchos otros exámenes médicos estos vienen en código y abreviaciones que serán un poco complicados de entender, sobre todo si no conocemos los términos médicos.