¿Por qué hay que ayunar para un análisis de sangre?

Uno de los momentos más tediosos cuando vamos a hacernos un análisis de sangre es levantarnos y no poder comer, ni beber nada hasta después de la prueba. Cuando nos hacemos estos tipos de análisis es muy importante que mantengamos al menos 8 horas sin haber ingerido nada, aunque lo que la mayoría de los médicos recomiendan es que mantengamos al menos 12 horas de ayuno. Razones por las que hay que ayunar antes de un examen de sangre Esto se debe a dos cosas diferentes, la primera es por un tema más fisiológico, muchos de los componentes de la sangre son bioquímicos que se analizarán con esta prueba, como pueden ser el colesterol y otros lípidos, como la glucosa, las transaminasas y otras que van modificando los alimentos a medida que los vamos ingiriendo. Cuando comemos una dieta rica en grasa todos los lípidos se verán modificados, desde los más básicos como los triglicéridos, hasta el colesterol, pasando por las lipoproteínas, que como ya debes saber son las moléculas que transportan la grasa por nuestra sangre. Además tenemos un segundo factor que es muy importante de destacar y es que los equipos con los que van a analizar nuestras muestras están diseñados para analizar las pruebas limpias. Es decir, si no ha transcurrido mucho tiempo desde que tomamos el alimento, es probable que la muestra se vea turbia, pues la contaminación de los diferentes compuestos metabolizados de los alimentos como son los lípidos, puede hacer que no se vea clara. Por otro lado, todos los valores estandarizados como normales en los análisis se obtienen siempre de las muestras de una persona que ha mantenido ayuno por al menos 8 horas. Sin embargo, las personas que vayan a hacerse un análisis de sangre podrán beber la cantidad de agua que deseen durante la noche, además es recomendable para mantenernos un poco más despiertos durante la mañana, incluso si lo que tomas es café.